Amorevolezza en el Sistema Preventivo de Don Bosco:
La amorevolezza
es uno de los pilares fundamentales del Sistema Preventivo de Don Bosco y se
traduce como “cariño” o “amor afectivo”. Este concepto, que va más allá de un
simple afecto, implica una presencia activa, cercana y constante del educador
en la vida de los jóvenes. La amorevolezza establece un ambiente donde los
estudiantes se sienten queridos, seguros y valorados, lo cual es fundamental
para un crecimiento integral y para la formación de personas responsables y
felices.

¿Qué es la
Presencia?
La presencia
en el Sistema Preventivo de Don Bosco es una presencia activa y cercana del
educador en la vida cotidiana de los jóvenes. No se limita a las aulas o al
horario escolar, sino que se extiende a todos los momentos del día, tanto en
actividades formales como informales. Esta cercanía permite que los estudiantes
sientan el interés genuino del educador por su bienestar y su desarrollo, y
crea un espacio de confianza donde pueden expresar sus inquietudes y recibir
guía.
La presencia de un educador que practica la amorevolezza es amable, positiva y constante. Para Don Bosco, un educador no es solo alguien que enseña materias, sino alguien que acompaña, escucha y participa activamente en la vida de los jóvenes.

Rol del docente
El rol del docente en la amorevolezza es ser
una figura de apoyo y guía. Su presencia y cariño se manifiestan no solo en las
enseñanzas académicas, sino también en su disposición para acompañar y
comprender. Un educador que practica la amorevolezza:
- Acoge
- Motiva y anima
- Empático
- Creativo construye redes
- Escucha activamente:
Dedica tiempo para conocer a cada joven, sus intereses, preocupaciones y
sueños, mostrando un interés auténtico por ellos.
- Fomenta un ambiente positivo y de respeto: Construye una atmósfera donde todos se sientan valorados y
respetados.
- Está presente en los momentos difíciles y en los de alegría: Su presencia se extiende a todos los ámbitos, ya sea para apoyar
en una dificultad o para celebrar un logro.
- Se convierte en modelo y guía: Al
ser una presencia constante y afectuosa, el docente se convierte en una
figura de referencia, alguien en quien los jóvenes confían y a quien
buscan en momentos de necesidad.

Habilidades
de la Presencia Activa
Para practicar la amorevolezza, el educador
necesita desarrollar habilidades que le permitan estar presente de manera
genuina y efectiva. Estas habilidades incluyen:
- Empatía: La capacidad de comprender y sentir lo
que los jóvenes están viviendo. La empatía permite al docente establecer
un vínculo profundo y genuino con cada estudiante.
- Paciencia y comprensión: Los
jóvenes pueden enfrentar desafíos emocionales y académicos que requieren
una guía paciente y comprensiva.
- Escucha activa: La
escucha activa implica estar completamente presente y atento a lo que el
estudiante está expresando, sin juzgar y mostrando interés en sus
pensamientos y sentimientos.
- Flexibilidad: La
capacidad de adaptarse a las diferentes situaciones y de entender que cada
joven es único y tiene necesidades individuales.
- Motivación y apoyo constante: La
amorevolezza incluye el deseo constante de motivar y apoyar a los jóvenes
en sus desafíos y logros.
Actividades
Formales e Informales en la Amorevolezza
La amorevolezza no solo se manifiesta en
actividades estrictamente académicas o formales, sino también en aquellos
momentos informales que pueden ser igual de enriquecedores para la relación
entre el educador y los jóvenes. Estas actividades abarcan:
Actividades
Formales
En el contexto formal, la amorevolezza se
refleja en las actividades académicas y en el trabajo cotidiano en el aula.
Esto puede incluir:
- Interacción en clases:
Durante las clases, el docente se asegura de que todos los estudiantes se
sientan comprendidos y apoyados, promoviendo una atmósfera de respeto y
colaboración.
- Evaluaciones orientadas al crecimiento: Las evaluaciones se realizan de manera constructiva, con el propósito de motivar y no de castigar, siempre brindando retroalimentación positiva.
- Presencia física
- animar
- respeto
- plan de contingencia

Las actividades informales son aquellas que
ocurren fuera del aula, en momentos de recreación o convivencia, y que permiten
al educador acercarse aún más a los jóvenes:
- Momentos de recreo y juego:
Participar en actividades recreativas permite al docente construir una
relación menos estructurada y más cercana con los estudiantes, logrando
que se sientan cómodos y en confianza.
- Celebraciones y eventos: Las
celebraciones y eventos son oportunidades para que el educador y los
jóvenes compartan momentos de alegría y construyan un sentido de comunidad
y pertenencia.
- Espacios de conversación y reflexión: Los momentos informales de conversación permiten al docente conocer mejor a cada joven y entender sus inquietudes, anhelos y dificultades.

Conclusión
La amorevolezza en el Sistema
Preventivo de Don Bosco es mucho más que afecto; es una presencia activa,
constante y amorosa que convierte al educador en una figura de confianza y guía
en la vida de los jóvenes. A través de una combinación de empatía, paciencia y respeto, el docente
logra construir una relación sólida con sus estudiantes. Esta presencia activa
no solo educa, sino que también crea un ambiente de confianza, seguridad y
crecimiento en el que los jóvenes pueden desarrollarse de la mejor manera, sintiéndose
siempre acompañados y valorados en su camino.
Reflexión Personal
La amorevolezza es una inspiración para mi
labor educativa. Entender la importancia de la presencia activa y cercana me
permite ser un educador más humano y accesible, capaz de comprender las
necesidades y los sueños de cada estudiante. ahora veo que no solo se debe buscar, la transmisión de conocimientos, sino también construir relaciones que
fortalezcan el sentido de pertenencia y confianza. Siento que cada interacción,
ya sea en el aula o en un momento informal, es una oportunidad de apoyo y
motivación que deja una huella en la vida de mis estudiantes.
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