viernes, 1 de noviembre de 2024

La Religión: Un Pilar del Sistema Preventivo de Don Bosco

 

La Religión: Un Pilar del Sistema Preventivo de Don Bosco

En el Sistema Preventivo de Don Bosco, la religión se presenta como un pilar fundamental para la formación integral de los jóvenes. Don Bosco veía la fe no solo como una práctica espiritual, sino como un camino que proporciona sentido, propósito y una guía interior y exterior que lleva a la madurez humana y espiritual.



¿Qué es la Religión en el Sistema Preventivo?


Para Don Bosco, la religión era la fuente de vida y guía moral. La religión en el Sistema Preventivo no se limita solo a la enseñanza de la doctrina, sino que abarca el cultivo de una relación personal y viva con Dios. Esta relación es la base para el crecimiento en la bondad, la responsabilidad y la honestidad, y se refleja en la manera de vivir, de tomar decisiones y de relacionarse con los demás.

 


Habilidades para Educar lo Religioso

La educación en la fe requiere habilidades específicas que el docente debe desarrollar para acompañar a los jóvenes en su camino espiritual:

Ser un modelo de fe: El educador debe ser un ejemplo vivo de valores y fe, mostrando cómo la religión se traduce en la vida cotidiana.

Escucha activa y empatía: Los jóvenes necesitan ser escuchados en sus dudas y temores. La empatía permite que sientan que sus inquietudes son valoradas.

Inspirar confianza y apertura: Los estudiantes deben sentir que pueden acercarse con cualquier pregunta o inquietud sobre la religión.

     

La Relación con Dios: Provisión de Madurez Interior y Exterior

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  • Estabilidad y profundidad espiritual                                                                                                                     
  •  Paz y alegría
                                               

              

 La religión, para Don Bosco, ayudaba a los jóvenes a alcanzar una madurez profunda y completa, un desarrollo en el que la persona se convierte en alguien equilibrado y orientado al bien.

  • Armonía con uno mismo, en pensamientos, palabras y acciones.
  • Armonía con los demás, seres humanos, animales y medio ambiente
  • Armonía con la trascendencia, con Dios.

 

Madurez interior: La relación con Dios brinda a los jóvenes una paz interior y una confianza en su valor propio. Este proceso promueve una introspección que les ayuda a conocer sus fortalezas y debilidades, a escucharse y a ser honestos consigo mismos.

Madurez exterior: La fe también impulsa el compromiso hacia los demás. Los jóvenes crecen en responsabilidad y en disposición de ayudar a los demás, desarrollando su capacidad de hacer el bien en su entorno.

El camino de Don Bosco

Personas que se esfuerzan en vivir con armonía tanto interiormente, dentro de sí mismos, como exteriormente, con la sociedad que les rodea. Es decir, verdaderos creyentes.

                                                  



 Una Peregrinación de Doble Destino

Don Bosco planteaba el viaje de la vida como una peregrinación hacia el interior y el exterior. En esta doble peregrinación, el joven explora su ser interior a la vez que construye su relación con el mundo y las personas a su alrededor.

El viaje interno: Es un proceso de autodescubrimiento, donde el joven se conecta con su esencia y su espiritualidad. Aquí, la fe y la religión ayudan a encontrar dirección y sentido, enfrentando los desafíos internos.

El viaje externo: Es la interacción con el mundo y la vivencia de los valores aprendidos en el entorno cotidiano. Los jóvenes aplican lo que descubren dentro de sí en su vida diaria, en sus relaciones y en sus decisiones.         




El Docente en el Sistema Preventivo

El docente, en este sistema, actúa como guía espiritual y como acompañante en el crecimiento personal y comunitario de los jóvenes. Don Bosco creía que el educador debía ser una presencia constante y amorosa, alguien que reflejara el amor de Dios y mostrara el poder transformador de la fe en la vida.


                                                         


Habilidades para el Viaje Interno

Para ayudar a los jóvenes en su viaje espiritual, el educador salesiano fomenta habilidades esenciales que permiten fortalecer la vida interior:

Meditación: Enseñar a los jóvenes a tomarse un momento para reflexionar y conectarse con sus pensamientos y sentimientos.

Oración: La oración es un medio directo para buscar orientación, expresar gratitud y encontrar consuelo en momentos de duda.

Obediencia a la voz interior: Escuchar y respetar la conciencia propia es clave para tomar decisiones alineadas con los valores.

Descubrir y enfrentar la presencia del mal: Es esencial que los jóvenes comprendan la realidad de la tentación y el mal, y que aprendan a resistirlo con valentía y fe.


                                                       

                      

Habilidades para el Viaje Externo

En el camino de Don Bosco, el viaje externo abarca no solo la interacción con el mundo de forma activa, sino también la habilidad de crear y fortalecer lazos a través de la solidaridad, el perdón y el trabajo en comunidad.

El viaje externo requiere habilidades que permitan al joven interactuar con el mundo de manera constructiva y plena:

El deber: Cumplir con las responsabilidades y compromisos es una expresión de respeto hacia los demás y hacia uno mismo.

Hacer fiesta: En el Sistema Preventivo, la alegría y la celebración también son aspectos importantes. La vida comunitaria y los momentos de alegría refuerzan el sentido de pertenencia y la gratitud por la vida.

Ponerse al Servicio: En el Sistema Preventivo, ponerse al servicio significa desarrollar la capacidad de ayudar y servir a los demás sin esperar nada a cambio. Para Don Bosco, el servicio es una expresión genuina de la fe y un acto de amor hacia el prójimo. 

Participación y Diálogo: La participación activa en el diálogo permite a los jóvenes expresar sus ideas y escuchar a los demás, desarrollando así la habilidad de resolver conflictos, compartir perspectivas y construir relaciones sanas basadas en la empatía y el respeto.

Participación en la Vida de Grupo: La vida en comunidad es fundamental en el Sistema Preventivo. Participar en la vida de grupo significa comprometerse con el bienestar de la comunidad, desarrollando un sentido de pertenencia, responsabilidad y solidaridad. 

Perdonar y Recomenzar: Uno de los aspectos esenciales del Sistema Preventivo es la capacidad de perdonar y recomenzar. Don Bosco enseñaba que el perdón es clave para la paz interior y la armonía en la comunidad. Aprender a perdonar significa liberar rencores y abrirse a nuevas oportunidades de crecimiento personal y colectivo. Además, el perdón es una práctica de humildad y amor que permite a los jóvenes recomenzar y reconstruir relaciones cuando hay errores.

                                                          
                                                       

    

Conclusión

La religión, en el Sistema Preventivo de Don Bosco, es más que un simple componente espiritual. Es una fuente de sabiduría y guía que ayuda a los jóvenes a enfrentar sus retos personales y a crecer en su fe y madurez. La relación con Dios, el autoconocimiento y las habilidades para interactuar con el mundo son aspectos que transforman la vida de los jóvenes, inspirándolos a ser mejores personas y a vivir de manera auténtica y generosa.

 

Reflexión Personal

La visión de Don Bosco sobre la religión como pilar educativo me inspira a ver la educación no solo como un proceso académico, sino como una oportunidad de crecimiento humano y espiritual. La combinación de fe, razón y amor en el Sistema Preventivo abre caminos para que los jóvenes descubran su propósito y se preparen para los desafíos de la vida. Este enfoque me recuerda la importancia de guiar con compasión, de motivar a mis estudiantes a creer en ellos mismos y de ver cada momento como una oportunidad para sembrar valores y construir esperanza.



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